Estudio predictivo/diagnóstico de la preeclampsia


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¿Qué es?

La preeclampsia es una enfermedad asociada a la hipertensión durante el embarazo que puede ocurrir a partir de las 20 semanas de embarazo y que puede producir complicaciones tanto en la madre como en el feto, pueden englobar desde desprendimiento de placenta, parto prematuro, falla orgánica, convulsiones, etc.

La preeclampsia se puede desarrollar en las primeras etapas del embarazo (preeclampsia precoz), siendo necesaria la inducción del parto antes de la 34ª semana de gestación o al final del embarazo (preeclampsia tardía).

Es una de las principales causas de morbilidad y mortalidad materna y perinatal en el mundo, y su única cura es el nacimiento del bebé.

Características


La preeclampsia se caracteriza, principalmente, por:
  • Hipertensión (sistólica y diastólica) en mujeres anteriormente normotensas.
  • Proteinuria: presencia de proteínas en la orina en mayor concentración de lo normal.
  • Edema: acumulación de líquidos
  • Disminución de la función renal
  • Afectación hepática
  • Dolores de cabeza

Las mujeres con hipertensión crónica y enfermedades médicas previas al embarazo, requieren vigilancia y seguimiento médico especial.

Indicaciones


Recomendado para todas las mujeres embarazadas, en especial si presentan alguno de los siguientes factores de riesgo:
  • Primer embarazo o primer embarazo con nueva pareja.
  • Preeclampsia en embarazo anterior.
  • Embarazo múltiple.
  • Embarazo mediante fecundación in vitro.
  • Diabetes mellitus tipo I.
  • Obesidad.
  • Mujeres mayores de 40 años.
  • Hipertensión.
  • Problemas de riñón.
  • Antecedentes familiares de enfermedades cardiovasculares.
  • Síndrome de anticuerpos antifosfolípidos.
  • Lupus eritematoso.

Proceso


Extracción de sangre volumen 3 mL de suero refrigerado.

Recepción y análisis de la muestra en nuestro laboratorio.

Envío del informe online en 3 días laborables.

Tu médico te explicará los resultados.

Resultados para determinar la fiabilidad


Los resultados del estudio son imprescindibles para que el médico pueda actuar a tiempo, a través de un diagnóstico se aportan dos posibles resultados:

POSIBLE RIESGO o SIN RIESGO de presentar preeclampsia durante el embarazo.

  • Diagnóstico de preeclampsia: evidencia del síndrome, valoración de la gravedad y progresión. Permitiendo una rápida actuación médica a favor de la madre y el bebé.
  • Riesgo de preeclampsia: riesgo de desarrollar o no preeclampsia en las 4 semanas siguientes, de manera que la embarazada se mantiene bajo vigilancia médica.

La medición de la ratio con Elecsys sFlt-1/PIGF es una herramienta fiable para identificar a aquellas mujeres con alto riesgo de desarrollar preeclampsia en las próximas 4 semanas y que requieren una vigilancia más estrecha. Por otro lado, permite detectar aquellas mujeres con sospecha de preeclampsia que no van a desarrollar la enfermedad en una semana.

La ratio sFlt-1/PIGF sirve para diferenciar preeclampsia/HELLP de diferentes formas de trastornos hipertensivos del embarazo.

PREECLAMPSIA PRECOZ 
Semana gestacional 20 hasta 30+6

Ratio Predicción/Diagnóstico Descripción
sFlt-1/PIGF > = 85 Diagnóstico La mujer tiene preeclampsia.
Especificidad 99.5%
sFlt-1/PIGF < 85 > = 38 Predicción: Inclusión en próximas 4 semanas Alto riesgo de desarrollar preeclampsia en las próximas 4 semanas.
Valor predictivo Positivo: 38.6%
sFlt-1/PIGF < 38 Predicción: Descarte en la próxima semana La mujer no desarrollará preeclampsia en la próxima semana.
Valor predictivo Negativo: 99.1%

PREECLAMPSIA TARDÍA 
Semana gestacional 34 hasta final del embarazo

Ratio Predicción/Diagnóstico Descripción
sFlt-1/PIGF > = 110 Diagnóstico La mujer tiene preeclampsia.
Especificidad 99.5%
sFlt-1/PIGF < 110 > = 38 Predicción: Inclusión en próximas 4 semanas Alto riesgo de desarrollar preeclampsia en las próximas 4 semanas.
Valor predictivo Positivo: 38.6%
sFlt-1/PIGF < 38 Predicción: Descarte en la próxima semana La mujer no desarrollará preeclampsia en la próxima semana.
Valor predictivo Negativo: 99.1%

Información para la paciente


  • Requisitos: Realizar el examen después de la semana 20 de embarazo.

  • Tipo de muestra: suero refrigerado.

  • Preparación previa: ayuno no necesario.

  • Metodología según la prueba solicitada por el médico: Medición de la ratio sFlt-1/PIGF. Inmunoensayo de electroquimioluminiscencia.

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Preguntas frecuentes


Muchos factores guían la decisión de un médico sobre cómo tratar la preeclampsia, estos incluyen la edad gestacional y salud del bebé, la edad y salud general de la madre, así como una asesoría cuidadosa del progreso que muestra la enfermedad. Esta asesoría incluye el monitoreo de la presión arterial y un análisis de resultados de laboratorio que indican la condición de los riñones, del hígado y las propiedades de coagulación de la sangre de la madre. Otros análisis monitorean la salud y crecimiento del bebé nonato y detectan signos de posible peligro para ambos. Cuando en el embarazo aún no se han completado las 37 semanas de gestación, los médicos intentarán hacer lo posible para prolongarlo. Si ya se cumplieron las 37 semanas de gestación o más, el proveedor de atención médica normalmente decidirá proceder con el parto de inmediato.

El médico estará vigilando cualquier signo de inestabilidad en la madre, incluyendo la presión arterial muy elevada que no responde a medicinas antihipertensivas, signos de insuficiencia renal y/o hepática, así como la reducción de células rojas o plaquetas. También se vigilará de cerca cualquier indicación de riesgo de convulsiones o signos de un inminente derrame cerebral y posiblemente se administrará al paciente sulfato de magnesio (un anticonvulsivante usado específicamente para tratar la preeclampsia). Medicinas antihipertensivas también podrían ser administradas si la presión arterial se eleva a niveles peligrosos.

Si el bebé deja de crecer, no crece lo suficiente o los resultados de una ‘’prueba de estrés’’ no son favorables, es posible que él o la madre no sobrevivan si el bebé permanece en el útero. Aun cuando el bebé es prematuro, es posible que se requiera adelantar el parto si la enfermedad no se puede estabilizar, en el orden de proteger a la madre o asegurar la supervivencia del bebé.

La causa (etiología) de la preeclampsia sigue desconocida. Muchas teorías distintas han sido propuestas y han conllevado a esfuerzos para la prevención e intervención estratégica, pero ninguno ha resultado exitoso de forma convincente. No obstante, existe un acuerdo global en el que destaca el papel central de la placenta en el desarrollo de la preeclampsia y que las mujeres con hipertensión crónica y enfermedades metabólicas como la diabetes son más susceptibles a la preeclampsia. La obesidad es otro factor de riesgo mayor – uno que posiblemente se puede modificar.

Hable con su proveedor de atención médica sobre los riesgos y pregúntele que puede hacer para minimizar el impacto de estos. Debe reconocer, sin embargo, que aún no existen respuestas precisas y definitivas sobre la causa o causas de la preeclampsia.

Actualmente la única ‘’cura’’ de la preeclampsia empieza con el nacimiento del bebé y la expulsión de la placenta. Cuando la preeclampsia empieza a manifestarse, la madre y su bebé deben ser monitoreados de cerca. Hay medicamentos y tratamientos que podrán ayudar a prolongar el embarazo, aumentando así la posibilidad de supervivencia para el bebé.

Cuando la preeclampsia empieza a presentarse, no hay forma de revertirla y se debe analizar constantemente, balanceando la salud de la madre y la de su bebé. En algunas circunstancias, es necesario el nacimiento inmediato del bebé, sin tomar en cuenta su edad gestacional, para salvar su vida o la de la madre.

Hoy en día, el diagnóstico oportuno a través de estudios simples y un cuidado prenatal adecuado puede predecir o demorar algunas de las consecuencias adversas de la preeclampsia. El tratamiento oportuno salva vidas. Las investigaciones han empezado a revelar algunas de las anormalidades moleculares que se presentan en mujeres preeclámpticas y hay esperanza de que estos descubrimientos puedan ser dirigidos al desarrollo de una cura.

Los investigadores sugieren que existen posiblemente muchas variables distintas, algunas con origen genético, que aumenta la probabilidad de que una mujer desarrolle la preeclampsia. Por eso, es posible que una terapia preventiva o de curación que puede resultar exitosa para una mujer tal vez no tendría el mismo resultado para otra.

La preeclampsia puede causar un aumento en su presión arterial y provocar el riesgo de una lesión cerebral. También puede causar alteraciones en la función hepática y renal, provocar complicaciones de coagulación de sangre, edema pulmonar (líquido en los pulmones) y convulsiones. En su forma más severa o en la ausencia de tratamiento, la preeclampsia puede provocar la muerte materna e infantil. La preeclampsia afecta el flujo de sangre a la placenta, resultando con frecuencia a bebés más pequeños o prematuros. Irónicamente, a veces los bebes nacen mucho más grandes pero los científicos no pueden atribuirlo a la preeclampsia. Aunque la muerte materna es poco común en los países desarrollados, es una de las causas principales de morbilidad y mortandad en madres e infantes a nivel mundial.