Enfermedades de transmisión sexual (ETS)
Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) han experimentado un preocupante aumento a nivel global, considerándose, actualmente, un problema de salud pública cada vez más extendido. A diario, más de un millón de personas, especialmente jóvenes, adquieren alguna de estas patologías. Diversos factores pueden estar asociados al resurgimiento de estas enfermedades que impactan en la salud sexual y reproductiva y pueden ser origen, si no se tratan, de graves complicaciones.
Las ITS tienen un profundo impacto en la salud sexual y reproductiva en todo el mundo que observa cómo se disparan. Más concretamente, en Europa, datos recientes sobre infecciones de transmisión sexual facilitados por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) constatan un aumento en los casos notificados de estas patologías en todos los países de la Unión Europea y el Espacio Económico Europeo, con España a la cabeza en algunas de ellas como la gonorrea y el linfogranuloma venéreo.
A nivel global, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que unos 374 millones de personas contraen, anualmente, alguna de las cuatro ITS más comunes: clamidiosis, gonorrea, sífilis y tricomoniasis.
Estas patologías, que se transmiten de persona a persona por intercambio de fluidos en las relaciones sexuales o por contacto de la piel al tocar la parte infectada del cuerpo, generalmente los genitales, además de representar un peligro para la salud individual, pueden tener impactos significativos en la Salud pública en general y graves consecuencias: la gonorrea y la clamidiosis son causas importantes de enfermedad inflamatoria pélvica e infecundidad femenina.
Otras, como el herpes y la sífilis, pueden aumentar el riesgo de infección por VIH, mientras la infección por el VPH causa cáncer de cuello uterino, entre otros. Asimismo, la transmisión de una ITS de la madre al hijo puede provocar muerte prenatal o neonatal, prematuridad e insuficiencia ponderal del recién nacido, septicemia, conjuntivitis neonatal y anomalías congénitas.
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