Pruebas para la salud del corazón
Hoy te contamos todo lo que deberías saber sobre las pruebas cardiológicas para poder cuidar de tu corazón y prevenir posibles enfermedades.

La sangre puede brindar muchas pistas sobre la salud cardíaca. Por ejemplo, los niveles altos de colesterol en sangre pueden ser una señal de que corres mayor riesgo de sufrir un ataque cardíaco. Otras sustancias en la sangre pueden ayudar al proveedor de atención médica a determinar si tienes insuficiencia cardíaca o si corres el riesgo de desarrollar depósitos de grasa (placas) en las arterias (ateroesclerosis).
Los exámenes de detección temprana encuentran enfermedades antes de que aparezcan los síntomas. El objetivo de la detección temprana es detectar una enfermedad en su etapa mas temprana y más tratable. Para que pueda ser ampliamente aceptado y recomendado poro los médicos, un programa de detección temprana debe cumplir con una serie de criterios, que incluyen la reducción del número de muertes por la enfermedad.
Las pruebas de detección pueden incluir pruebas de laboratorio que evalúan la sangre y otros fluidos, pruebas genéticas que buscan marcadores genéticos heredades asociados a la enfermedad, y exámenes por imágenes que producen imágenes en el interior del cuerpo. Estas pruebas generalmente están disponibles para el público en general. Sin embargo, las necesidades de una persona con respecto a una prueba de detección se basan en factores tales como la edad, el sexo y los antecedentes familiares.
Los exámenes de detección temprana
Durante un examen de detección temprana de enfermedades del corazón, las personas que no tienen signos o síntomas de enfermedades de las arterias coronarias (la forma más común de enfermedad del corazón) podrían ser evaluadas para medir:
Si las pruebas de detección temprana revelan la presencia de enfermedad de la arteria coronaria, existen una serie de pasos que usted puede seguir para reducir su riesgo de tener un ataque al corazón o de que empeore su enfermedad cardíaca. El médico puede recomendar cambios en el estilo de vida, tales como una dieta saludable, ejercicio y dejar de fumar.