¿Te imaginas que tu próxima idea brillante podría llegar dando un simple paseo?
Un estudio demuestra que caminar puede aumentar hasta un 81% la creatividad, en comparación con estar en reposo.
La razón es que, al movernos, nuestro cerebro recibe más oxígeno, lo que eleva los niveles de endorfinas, esas sustancias químicas que nos hacen sentir bien. De esta manera, no solo nos hace sentir más felices y activos, sino que también contribuye a mejorar nuestro bienestar general. Mientras caminamos, por lo tanto, liberamos tensiones y aumentamos nuestra capacidad tanto cognitiva como emocional.

Incluso, los especialistas en creatividad sugieren evitar la música. Si es necesaria para relajarnos, lo ideal sería elegir composiciones instrumentales, ya que, de lo contrario, nuestra mente se enfocará en el contenido de las letras. En consecuencia, nuestra atención se desviará hacia lo que la canción expresa, lo que puede interferir con el flujo de ideas creativas.

De hecho, esta relación entre caminar y creatividad ha llevado a muchos a sugerir hacer reuniones de trabajo mientras caminamos, una estrategia adoptada por figuras destacadas como Steve Jobs. Además de eso, caminar también favorece nuestra salud cardiovascular, por lo que no solo mejoran las ideas, sino también nuestro bienestar físico.
¿Y dónde caminar?
En definitiva, no importa si lo haces al aire libre o en una caminadora, el efecto sobre tu creatividad es prácticamente el mismo. Incluso, aquellos que caminaron en una cinta produjeron el doble de respuestas creativas que aquellos que se quedaron sentados.
Grandes mentes que ya lo sabían:
Antes de que la ciencia confirmara estos beneficios, grandes pensadores, artistas e innovadores ya lo demostraban. Por ejemplo, Aristóteles paseaba por su jardín mientras reflexionaba sobre sus estudios filosóficos; Charles Darwin interrumpía su jornada laboral con tres caminatas diarias, una al levantarse, otra antes de comer y la última antes de cenar; mientras que Nikola Tesla encontró la inspiración para su motor de corriente alterna durante sus paseos por el parque, después de años de trabajo.