La reserva ovárica de la que dispones marcará tu potencial para engendrar un bebé.
Una medición cuantitativa de la hormona antimulleriana (AMH) nos permite conocer la reserva ovárica de una mujer.
Cada mujer nace con una cantidad de ovocitos determinada, habitualmente esta cantidad ronda el millón. Los ovocitos son las células germinales femenina que se convertirán en el óvulo maduro. Durante la pubertad, esta cantidad se reduce casi a la mitad y va disminuyendo hasta la llegada de la menopausia mediante los ciclos hormonales.
Alrededor de nuestros ovarios, en los folículos, se produce una hormona que controla el crecimiento, y en consecuencia, el gasto de óvulos que tenemos: la hormona antimulleriana (AMH). Los niveles séricos de la hormona antimulleriana alcanzan sus niveles máximos después de la pubertad y van disminuyendo a lo largo de la vida. Durante la menopausia los niveles de esta hormona se vuelven indetectables.
El estudio de la concentración de esta hormona presente en el torrente sanguíneo nos permite medir la reserva ovárica de una mujer. En otras palabras, gracias al análisis de esta hormona podemos conocer la capacidad de una mujer para producir óvulos fértiles.
Planifica tus fases vitales en base a datos reales y fiables sobre tu potencial de fertilidad.
Evaluar la reserva ovárica, juntamente con otros datos ginecológicos, permite detectar los límites de fertilidad de una mujer. De este modo podrá decidir sobre su maternidad en base a datos reales sobres sus posibilidades reales de engendrar un bebé. Además esta prueba también permite determinada la necesidad de emplear la reproducción asistida, aportar información útil para la predicción del comienzo de la menopausia o aportar información sobre el síndrome de ovario poliquístico (PCOS).
Esta prueba se puede realizar en cualquier momento del ciclo mediante un análisis de sangre.
Si quieres conocer tu reserva ovárica, entra en nuestro apartado de pruebas prenatales para saber más.